Tengo que admitir que si hace seis meses me hubieran preguntado si esperaba ver lo que vi este lunes, hubiera contestado con un rotundo no. "Pestañas Asesinas" comenzó a gestarse en la mente de Fide como una colección de sketches mentales que contar en ratos de coña, como Chema con sus escenas imaginarias de películas a lo Leslie Nielsen Como Puedas: nada que nadie fuera a rodar nunca. Luego vino el "voy a escribir el guión", un entretenimiento creativo como otro cualquiera, porque un guión de cine ya es una obra y una pieza de ingeniería en sí mismo y es divertido escribir una pieza aunque no vaya a llegar a ninguna parte (en eso ya voy teniendo cierta experiencia).
Poco a poco el proyecto se fue ajustando a la realidad, reduciendo tiempo de largo a corto y de corto a trailer, y a partir de ahí todo empezó a correr de verdad. Fide se ha convertido en las últimas semanas en el productor más eficiente que he conocido jamás, hablando con decenas de personas, comprando infinidad de detallitos y hasta experimentando con efectos especiales. Finalmente ha conseguido ilusionarnos a un puñado de gente, cada uno con nuestras propias especialidades, y juntar en la noche del lunes un buen puñado de talentos, ganas y buenos rollos. Todo un éxito, tanto en lo personal como en lo profesional y en lo artístico, porque algunas de las imágenes que se veían por aquella tele de 14 pulgadas que nos servía de monitor eran una auténtica delicia.
Aunque la simiente del proyecto, como contaba, viene de bastante tiempo atrás (un número de años que sería incapaz de precisar), el trabajo no ha hecho más que empezar. Quedan dos sesiones de rodaje, muchas semanas de montaje, composición de banda sonora, selección de efectos de sonido, diseño de promoción, distribución... No hay vuelta atrás. Lancemos las pamelas al aire ante Fide: sus Pestañas Asesinas se han desatado y ya no hay quien las detenga.