27 octubre 2008

¡Me mudo!

¡Hola, amiguetes y amiguitas! No, no me vuelvo a Spanien todavía... Abandono las afueras boscosas de Neu Isenburg para asentarme a 500 metros escasos de Nintendo. ¡Mis días tendrán dos horas más! ¡Vivan las zapatillas! ¡Abajo los autobuses de pueblo!

Ya os daré la dirección nueva. ¡Ah, y como ahora voy a vivir solo, mis gatos y yo podemos alojaros felizmente! ¡Espero vuestras visitas!

PD: Recordad que el jueves se emite Compañía en el fantástico programa Vu87 de Antena Neox (TDT). Será a eso de las 01:15 de la madrugada...

22 octubre 2008

Who's Gonna Save My Soul

Esta canción me obsesiona desde hace unos días.


Gnarls Barkley - Who's Gonna Save My Soul

10 octubre 2008

New York, New York

A raíz de la buena noticia de ayer, recibo un mail esta mañana de la organización del festival:

"A Professor from the State University of New York, after seeing the film festival, stated interest in presenting LAPSFF as the "cultural event" for the university conference on poetics/poetry (the dates will be Thursday-Friday, November 20-21 at the university)"...

Así que si nada se tuerce, Compañía se proyectará el mes que viene en la Universidad de Nueva York ;-)

09 octubre 2008

Dos buenas noticias

1) "Compañía" ha ganado el premio a Mejor Guión en el Latino American Poetic Short Film Festival de Nueva York.
2) Después de veintipico años, he dejado de morderme las uñas.

(...No sé de cuál de las dos estar más orgulloso.)

01 octubre 2008

Ôtsuka el gato

"-¿Buscar gatos, dices? -preguntó Ôtsuka el gato.

-Sí, busco a señores gatos extraviados. Tal como puede ver usted, Nakata es capaz de hablar un poco con los gatos, así que va recogiendo información de aquí y allá hasta que descubre el paradero del gato desaparecido. Así pues, Nakata ha llegado a ser muy hábil encontrando gatos y la gente no para de pedirle que le busque alguno. Últimamente son pocos los días que no tiene que ponerse en marcha. Sin embargo, a Nakata no le gusta irse lejos, así que la búsqueda debe circunscribirse al distrito de Nakano. Si no, el que acabaría perdido sería Nakata.

-O sea, que ahora estás buscando uno.

-Sí, en efecto. Ahora estoy buscando a una gata de un año a rayas blancas, negras y marrones que se llama Goma. Aquí tengo una fotografía. -Nakata sacó una copia en color de la bolsa de lona que llevaba colgada al hombro y se la enseñó a Ôtsuka-. Es esta gata. Lleva un collar antipulgas de color marrón.

Ôtsuka miró la fotografía alargando el cuello. Sacudió la cabeza.

-Pues no la he visto nunca. Y mira que me conozco a todos los gatos de la zona. A ésa ni la he visto... ni he oído hablar de ella.

-¿Ah, no?

-¿Y llevas mucho tiempo buscándola?

-Pues hoy hará... uno, dos, tres... Sí, hoy es el tercer día.

Ôtsuka se quedó pensativo durante unos instantes.

-Supongo que tú ya debes de saberlo, pero los gatos son animales de costumbres. Por lo regular siguen unas pautas de comportamiento muy estrictas y, a no ser que suceda algo extraordinario, odian cambiarlas. Y por algo extraordinario entiendo el deseo sexual o algún accidente. Sí, siempre se trata de una de estas dos cosas.

-Sí, Nakata opina más o menos lo mismo que usted.

-Si se trata de deseo sexual, dentro de un tiempo se apaciguará y volverá a casa. ¿Entiendes a lo que me refiero con deseo sexual?

-Sí. Carezco de experiencia pero puedo entender, más o menos, de qué se trata. Está en el pene.

-Sí. Cosas del pene. -Ôtsuka asintió con cara de resignación-. Pero si se trata de un accidente, es difícil que vuelva.

-Sí, en efecto.

-También existe la posibilidad de que, arrastrada por el deseo sexual, haya ido a parar lejos y que ahora no sepa volver.

-Lo cierto es que a Nakata, una vez que salió del distrito de Nakano, le sucedió lo mismo.

-A mí también me ha pasado varias veces. Claro que entonces era mucho más joven- dijo Ôtsuka entornando los ojos como si hurgara en sus recuerdos-. Cuando te das cuenta de que te has perdido, te entra el pánico. Lo ves todo negro. Dejas de saber qué es qué. Es horrible. Eso del deseo sexual es algo muy problemático. Pero en esos momentos no se puede pensar en otra cosa. Ni siquiera en lo que vendrá a continuación. El deseo sexual es eso. Por lo tanto a esa tal, ¿cómo se llamaba?, la gata esa, la extraviada...

-¿Goma?

-Exacto. A esa tal Goma incluso a mí me gustaría encontrarla y echarle una mano. Una gatita de un año acostumbrada a los mimos de una familia no sabe nada del mundo. No sabe pelearse, ni buscarse la comida por sí sola. Pobre bicho. Pero, por desgracia, no la he visto. Es mejor que busques en otra parte.

-Sí, tiene razón. Es mejor que me dirija a otro lugar. Y siento mucho haberle molestado a usted en la hora del almuerzo."


extracto de "Kafka en la Orilla"
de Haruki Murakami
(gracias, Aldery)