07 septiembre 2007

Desahogo anti-Sitges

Ya que este año me quedo sin ir al Festival de Sitges donde tan bien me lo paso, he decidido hacer una especie de sumario mental de todo lo peor del certamen para ver si me consuelo. La verdad es que no resulta difícil: el festival va peor cada año. Falta menos de un mes para que empiece y todavía no se sabe prácticamente nada de la programación, estrenos o invitados, al menos nada nuevo desde la nota de prensa de hace casi 3 meses.

Sitges es Lo Peor porque no se entiende que un festival que se autodenomina "el más importante del mundo en cine fantástico" lleve años sin ver pasar por su lista de invitados a un auténtico consagrado del género. Sí, allí estuvo Joss Whedon hace dos años, y Guillermo del Toro el año pasado, pero los auténticos pesos pesados ni se acercan, vamos. Que nadie sueñe con ver por Sitges a Spielberg o a Peter Jackson, a Ridley Scott o a George Lucas, porque ni de vacaciones van estos a la playa del gorila. Y si no van al "festival de cine fantástico más importante del mundo", ¿a cuál van?

Sitges es pedante en su concepto, con esos carteles y esas temáticas anuales que homenajean aniversarios caducos de clásicos del género. Da igual el número: pueden haber pasado 25 años desde el estreno o 40, no hace falta que el número sea redondo. La peli elegida (las tres últimas, Tiburón, Terciopelo Azul y Blade Runner) no implica que su director vaya a dejarse caer, ni aunque sea para recoger uno de esos Máquina del Tiempo que se entregan en cantidades indefinidas cada año a cualquiera que se digne a molestarse en disfutar de unas vacaciones pagadas en octubre. Con lo cual el homenaje se diluye entre retrospectivas diversas y se convierte en una vaga excusa para idear un cartel.

Sitges es incoherente con sus proyecciones, rellenando programa con: a) cine raro que no tiene nada de fantástico, y b) cine tan malo que no debería pasar criterio de selección alguno, a partes iguales. En el primer caso, lo más sangrante es que, además, esta pelis que no encajan en el festival acaban siendo premiadas (véase el palmarés 2006), lo que desvirtúa totalmente el concepto. En el segundo caso, el ejemplo más significativo que recuerdo fue el cortometraje (de media hora infinita) "Viernes Sangriento", proyectado el año pasado y que no debería haber pasado de premio al bodrio más infumable en el festival de su barrio. Pero claro, luego llegan los créditos y vemos en los agradecimientos el nombre Ángel Sala bien grande. Con el director del festival como amiguito, todo queda explicado. Todo, menos que quedara alguien en la sala después de aquellos 27 minutos de video aficionado desenfocado y monólogo interior recitado por un acólito del Dr. Sbaitso.

Podría seguir, principalmente porque me salto todo el tema del maltrato a la prensa especializada acreditada, pero lo dejaré aquí, que es la hora de almorzar. ¿Sabéis lo peor? ¡Que ni con esto se me han quitado las ganas de ir! ¡Puchu! :~(

5 comentarios:

Aldery dijo...

pero hombre, no te nos pongas puchoso!!! :******************* ¡siempre podemos hacer nosotros nuestro propio festival casero con PELIS BUENAS! XDDDDDD *achucha mil.

dequesi dijo...

Qué idea más wena! Vamos a montar la Semana de Cine "Porque Yo Lo Valgo", con alguna de Satoshi Kon, un poco de Charlie Kauffman, no sé, alguna maratón de trilogía... ;-) Happy!

Adarae dijo...

Me gusta la idea del mini festival de cine ^-^. Incluso podemos dar premios jis jis jis.

JoseaGuti dijo...

Y si no te deja satisfecho, siempre puedes ir a Sitges el próximo años, o el siguiente... lo mismo hasta mejoran y todo :P

Anónimo dijo...

Aún así, loco, yo mataría por ir un año... como ya has estado, puedes criticarlo, maldito seas!!!