Yo ando ya preparando listas de nombres y regalos posibles, encargando cosas por internet y mirando escaparates, ¡qué tarea! Para mi cumpleaños todos mis nuevos conocidos alemanes me preguntaron qué quería de regalo, pero yo no le dije nada a nadie, por aquello de la sorpresa. ¡Al final todos se presentaron con una botella de champán! Todavía nos quedan... puf, ni te cuento.
A mí me encanta sorprender con los regalos, pero hay que reconocer que tiene tarea: pensar, planificar, comparar, buscar... Hay que reconocerlo: no puede uno sorprender cada maldito cumpleaños, aniversario y Navidad de cada puñetero año, es que el cuerpo no da, punto. Pero cabezón uno, lo intenta. Esta tarde iré un rato de compras... Miedo me doy.
A mí me encanta sorprender con los regalos, pero hay que reconocer que tiene tarea: pensar, planificar, comparar, buscar... Hay que reconocerlo: no puede uno sorprender cada maldito cumpleaños, aniversario y Navidad de cada puñetero año, es que el cuerpo no da, punto. Pero cabezón uno, lo intenta. Esta tarde iré un rato de compras... Miedo me doy.