El jueves vi de nuevo "Todo Sobre Mi Madre" (por tercera vez, creo... y me volvió a encantar). Pero fue la primera vez que observé un nombre en los créditos de lo más llamativo.Sigue el enlace...
El jueves vi de nuevo "Todo Sobre Mi Madre" (por tercera vez, creo... y me volvió a encantar). Pero fue la primera vez que observé un nombre en los créditos de lo más llamativo.
El domingo estuve en el Museo de Arte Moderno viendo la exposición retrospectiva ©Murakami, toda una explosión para la vista. Recomiendo que entreis en la web y busqueis en la parte inferior el botón "Online Exhibition" para verlo con vuestros propios ojos.
La imagen, hace 7 años, era chocante, y plantearla parecía el mismo recurso populista que años antes había supuesto meter un personaje gay en "Melrose Place", cuando el pobre no tenía nadie con quien liarse, pelearse o ponerse los cuernos como hacían los demás; vamos, que no pegaba ni con cola. Sacarse de la manga un candidato a la presidencia negro y fingir que tenía auténticas posibilidades de llegar a presidente se antojaba un reclamo a las audiencias raciales metido con calzador (igual que el detalle, que solemos pasar por alto, de que la "mujer desesperada" latina sea la más rica del grupo).
La ficción modifica la realidad... Interesante pensamiento, ¿no?
Posdata: También hay que decir que, a lo largo de la serie, Palmer fue objeto de numerosos intentos de atentar contra su vida, continuando con la tradición americana: "cada vez que hemos tenido un buen líder, con carisma, le han pegado un tiro" (palabras de su intérprete Dennis Haysbert). Esperemos que Obama tenga más suerte.
El texto dice: "Sólo es cuestión de tiempo" (tomado de PostSecret). Ahora sólo falta ver si sus palabras, si su storytelling, esa ficción, eran realidad... y si la realidad le da tiempo de convertir en realidad sus sueños. Suerte, Barack. Suerte, mundo.
Gnarls Barkley - Who's Gonna Save My Soul
"-¿Buscar gatos, dices? -preguntó Ôtsuka el gato.
-Sí, busco a señores gatos extraviados. Tal como puede ver usted, Nakata es capaz de hablar un poco con los gatos, así que va recogiendo información de aquí y allá hasta que descubre el paradero del gato desaparecido. Así pues, Nakata ha llegado a ser muy hábil encontrando gatos y la gente no para de pedirle que le busque alguno. Últimamente son pocos los días que no tiene que ponerse en marcha. Sin embargo, a Nakata no le gusta irse lejos, así que la búsqueda debe circunscribirse al distrito de Nakano. Si no, el que acabaría perdido sería Nakata.
-O sea, que ahora estás buscando uno.
-Sí, en efecto. Ahora estoy buscando a una gata de un año a rayas blancas, negras y marrones que se llama Goma. Aquí tengo una fotografía. -Nakata sacó una copia en color de la bolsa de lona que llevaba colgada al hombro y se la enseñó a Ôtsuka-. Es esta gata. Lleva un collar antipulgas de color marrón.
Ôtsuka miró la fotografía alargando el cuello. Sacudió la cabeza.
-Pues no la he visto nunca. Y mira que me conozco a todos los gatos de la zona. A ésa ni la he visto... ni he oído hablar de ella.
-¿Ah, no?
-¿Y llevas mucho tiempo buscándola?
-Pues hoy hará... uno, dos, tres... Sí, hoy es el tercer día.
Ôtsuka se quedó pensativo durante unos instantes.
-Supongo que tú ya debes de saberlo, pero los gatos son animales de costumbres. Por lo regular siguen unas pautas de comportamiento muy estrictas y, a no ser que suceda algo extraordinario, odian cambiarlas. Y por algo extraordinario entiendo el deseo sexual o algún accidente. Sí, siempre se trata de una de estas dos cosas.
-Sí, Nakata opina más o menos lo mismo que usted.
-Si se trata de deseo sexual, dentro de un tiempo se apaciguará y volverá a casa. ¿Entiendes a lo que me refiero con deseo sexual?
-Sí. Carezco de experiencia pero puedo entender, más o menos, de qué se trata. Está en el pene.
-Sí. Cosas del pene. -Ôtsuka asintió con cara de resignación-. Pero si se trata de un accidente, es difícil que vuelva.
-Sí, en efecto.
-También existe la posibilidad de que, arrastrada por el deseo sexual, haya ido a parar lejos y que ahora no sepa volver.
-Lo cierto es que a Nakata, una vez que salió del distrito de Nakano, le sucedió lo mismo.
-A mí también me ha pasado varias veces. Claro que entonces era mucho más joven- dijo Ôtsuka entornando los ojos como si hurgara en sus recuerdos-. Cuando te das cuenta de que te has perdido, te entra el pánico. Lo ves todo negro. Dejas de saber qué es qué. Es horrible. Eso del deseo sexual es algo muy problemático. Pero en esos momentos no se puede pensar en otra cosa. Ni siquiera en lo que vendrá a continuación. El deseo sexual es eso. Por lo tanto a esa tal, ¿cómo se llamaba?, la gata esa, la extraviada...
-¿Goma?
-Exacto. A esa tal Goma incluso a mí me gustaría encontrarla y echarle una mano. Una gatita de un año acostumbrada a los mimos de una familia no sabe nada del mundo. No sabe pelearse, ni buscarse la comida por sí sola. Pobre bicho. Pero, por desgracia, no la he visto. Es mejor que busques en otra parte.
-Sí, tiene razón. Es mejor que me dirija a otro lugar. Y siento mucho haberle molestado a usted en la hora del almuerzo."



Fotografía de Sam Bastianello.
Siento llevarle la contraria a la loca esquimal pero no, todavía no está todo visto...
Hace tanto calor en la sala Zelda (no digo la cantidad de gente y de teles y de consolas y de ordenadores que hay allí por si es confidencial, pero os podéis hacer una idea...) que a partir de mañana entro a las 07:00 (sí, chica, sí: ¡AM!) para poder salir antes. Lo que significa que me tendré que levantar como a las... ¿5? Poco más...
Una nueva locura literaria se me ha metido entre ceja y ceja, y antes de que se escabulla como tantas otras me he puesto manos a la obra.
Otra hazaña, la mía del viernes noche: bailar más de 5 horas sin parar. Así sin querer, ¡y ya con una edad! Aparte de otras hazañas de autocontrol en estas fechas de Cristopher Street Day que no mencionaré aquí...
Con alguna excepción bizarra como el remake de Compañía, es la primera vez que escribo un texto y lo dejo en manos ajenas para que se convierta en... otra cosa. Hasta ahora siempre había dirigido mis propias obras de teatro, mis cortos... Hasta le arrebaté a Kuinsi de las manos la traducción que me iba a hacer de La Reforma Incompleta al inglés porque se me hacía raro ver a mi niña vestida por manos ajenas. Y ahora, a dos mil kilómetros de Granada, acabo el guión de "Lujo y Miseria, Tía", la última locura de mister Fidel Martínez, y lo dejo en sus manos a ver qué pasa. Y con ese estilo que tiene, su entusiasmo y su capacidad de trabajo, pasan cosas como esta:
La fecha de este experimento no está fijada, pero algunos quieren hacernos creer que el fin del mundo ya tiene cuenta atrás. El hecho es que la comunidad científica anda algo revuelta porque nadie sabe a ciencia cierta lo que puede, perdón, lo que nos puede pasar cuando los dichosos protoncillos se encuentren y todo reviente en mil pedazos. Algún listillo dice que se liberará tanta energía que se solucionarán los problemas actuales de abastecimiento, olvidando oportunamente que estos experimentos son meramente teóricos y que es bastante improbable que encuentren aplicación práctica hasta mucho después de que haya ardido la última gota de petróleo... cosa que nunca llegará a ocurrir si alguna de las otras teorías acierta. Una de las más aceptadas (a la que incluso los detractores le atribuyen posibilidades... de una entre 50 millones) es la de que se creen mini agujeros negros, los cuales podrían, o bien desaparecer por sí solos (según una teoría de Stephen Hawking que nadie se cree), o bien engullir la galaxia y hasta el universo entero.
Un botánico (?) dijo en Hawaii (??) que la Tierra será arrojada a un universo paralelo, aunque creo que en su demanda legal no especificó qué tiene eso de malo exactamente... Esta hipótesis deviene de la teoría, recogida incluso en publicaciones como The New Scientist (quienes por cierto están en conversaciones con Sam para encargarle una ilustración, cierro paréntesis) de que los agujeros negros podrían ser en realidad agujeros de gusano, conectando puntos alejados del espacio-tiempo.
La peli mola. Mazo. Ya no hace falta que saquen Expediente X II. Y mola el cine Turm Palast, que proyecta seis o siete salas de versión original sin subtítulos. Expensive, but happy.